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9,03 €´Mío Cid salió de Vivar para dirigirse a Burgos. Con los ojos llenos de lágrimas, llorando en silencio, volvió la cabeza y se quedó mirando...´. . . Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, era un hombre de principios, fiel vasallo y persona honrada. Desterrado por