Desconto:
-5%Antes:
Despois:
18,05 €La presente obra es, sin duda, un buen exponente de la producción filosófica de Rosset. El concienzudo análisis de esa fuerza mayor que es la alegrÃa, punto neurálgico de toda su filosofÃa, y su incidencia presente o ausente en el que quizá sea el máximo antagonismo filosófico al que puede llegarse a este respecto. Si «Notas sobre Nietzsche», uno de los estudios más lúcidos sobre la filosofÃa del discÃpulo de Dionisio y, sin duda, el más nietzscheano de todos ellos, ilustra un modo particular de concebir la filosofÃa, consagrada a destacar el elemento de la afirmación, «El descontento de Cioran» muestra a la perfección el caso contrario, a saber, el inconveniente de haber nacido, la teórica imposibilidad de aclimatarse a la irremediable y fatal aspereza de lo real. Clément Rosset nació el 12 de octubre de 1939 en Carteret (NormandÃa). Estudia en liceos de ParÃs y Lyon. Más tarde, será alumno de la École normale supérieure. Tras una estancia de dos años en Canadá, se instala en Niza, en cuya universidad ejercerá la docencia hasta su jubilación, en 1998. Filósofo precoz y muy prolÃfico, escribirá más de cuarenta libros a lo largo de casi sesenta años de actividad. Murió en ParÃs el 27 de marzo de 2018. Entre sus principales obras podrÃan mencionarse La filosofÃa trágica, sus ensayos sobre Schopenhauer, Lógica de lo peor, Lo real y su doble, Lo real, El objeto singular, El principio de crueldad o La fuerza mayor. Como ya fuera el caso de Nietzsche en el siglo XIX poco dado a compartir forma y fondo con sus colegas decimonónicos, podrÃa considerarse a Rosset como el filósofo que a lo largo del siglo XX más claramente ha encomendado su filosofÃa a la aprobación incondicional de lo real, a pesar de su carácter cruel, azaroso, insignificante y carente de sentido, asà como a la descripción de las empresas crÃticas destinadas a sustituir los frÃos datos de la realidad por las humanas quimeras de la ilusión, desmarcándose de la práctica totalidad de sus contemporáneos y radicalizando planteamientos menos afirmativos o igualmente crÃticos, como podrÃan ser los de Gilles Deleuze o E. M. Cioran.