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22,80 €En las primeras décadas del siglo XX, parecÃa España el paÃs más católico del mundo. Bastaba observar el esplendor de las grandes manifestaciones y procesiones tradicionales, la constante participación de los representantes del Estado oficialmente católico en actos de culto, como congresos eucarÃsticos, consagraciones solemnes de pueblos y ciudades y hasta de España entera, inauguraciones y clausuras solemnes de muy vario signo. Pero debajo de aquella aparente magnificencia, España, más que tierra segura y firme de fe católica, era tierra de reconquista y restauración social cristiana. La Segunda República trajo a la primera escena polÃtica otras fuerzas nuevas, o'muy potenciadas en todo caso, y muchas posibilidades históricas no presentes o mucho menos operantes hasta entonces. Todas estas fuerzas, nuevas o renovadas, bien distintas entre sÃ, tenÃan como distintivo común, en muy diversos grados, el distanciamiento de la Iglesia, como enemiga de las libertades modernas; distanciamiento que en algunas de ellas era ya aversión, rencor, odio y hasta declarada persecución. Que la Iglesia española ---la Iglesia jerárquica, nada menos---, presidida y animada por el cardenal Francisco Vidal y Barraquer, buscó la concordia, desde mediados de septiembre de 1931 a comienzos de mayo de 1936, es lo que se desprende de un análisis histórico objetivo. Este libro, «escrito con mucha paz y con mucha esperanza civil y religiosa» por uno de los mayores especialistas en este periodo, nos describe la polÃtica de concordia que llevó a cabo la Iglesia española, bajo la guÃa de cardenal tarraconense.